jueves, agosto 24, 2006

Ella es Funky !!

Anoche compartía espacio y palabras con una amiga, compartía vida.
Mientras el funky se colaba por sus rizos y dibuja piruetas con su silueta,
mi ser crecía un poco más.
Escuchar y aprender. Nuestra reflexión, la amistad.
En algo llevaba razón Nietzsche, la vida se compone de ciclos.
Y como no, la amistad tb, las relaciones, el ánimo, la autoestima…
Ciclos, continuos ciclos. 
Como trata cada uno a esos ciclos, como los interpreta,
como los traduce y en que los transforma, forma parte de la individualidad.
Amistad se apellida libertad. Puede existir sin ella?
Puede coexistir con el amor?
Si la mar duerme con almohada, sin perder el horizonte,
es xq siempre encuentra estrellas en sus sueños.
Y me pregunto –entonces, son las estrellas las amigas de la mar?-
Ella me recordaba lo vacua que es la añoranza...
Ella me enseñó hace tiempo que hace un cronopio...
Ella me presento a Cortazar y me inspiró...
Los cronopios no guardan recuerdos, sabéis?, no los cuelgan en paredes,
rodeados de madera o metal, con la imagen disecada,

prohibiendo el movimiento, la expresión, y así,
que nada ni nadie se los robe.
No, los cronopios sueltan los recuerdos por la casa,
van desprendiéndose de ellos mientras andan, para compartirlos
con el asfalto, con la tierra, con el alma.
Juegan a la comba con ellos, comparten tarta de chocolate
y globos que ascienden al espacio, para disfrutar de su libertad,
de su movimiento, de su viaje.
Los recuerdos me hacen tropezar, un traspiés que busca caricias,
y me vuelvo y le mimo.
Recuerdo, alimento de mi luz, líneas de mis manos,
arrugas de mi piel.
Soy reloj de arena, y cada grano la experiencia.
No dejes de crecer, de llenar de arena ese espacio que me confine.
Y esa arena, que ahora húmeda de tierras lejanas, se compacta.
Ya no pasa de un cónico al otro.
Se hace tapón en el estrecho cuello entre cilindros.
Esperando que el calor del encuentro vuelva a soltar la espesa masa,
que sea poroso el aire con el que se mezcla.
Y así seda, por la que todo patina... y mientras...
todo parado, a la espera.
Y ese encuentro que late, que tiene fecha y tiempo preciso, que no casual.
Y es el casual el que hace el cuento, y el cuento el que hace a esto casual.
Rompiendo así todo molde antes forjado.
Ilusión despierta, que no esperanza, xq ella asesina cuando duermes.
Ilusión que juega, revolotea, me llama y entro en el juego, me divierto,
vuelvo a la vida, suspiro al viento, rozo el gozo, y sigo viajando contigo.
Como me gusta recoger la alegría de éste desenlace, y,
como agria el agua de la paciencia...!
Como cronopio quiero saltar, abrazarte y lanzarme al mar.
Desde cualquier acantilado, no hay vértigo ni miedo, xq habría?
Como cronopio te llevo a mi lado, comparto contigo la sonrisa del abuelo,
las inquietantes preguntas del niño, la suavidad del roce,
del tacto de todo lo que a mi alcance se cruza, comparto mi esfuerzo,
mi miedo.

Mis tostadas y el aceite que las baña cada mañana.
No paro de contarte, de sonreírte y explicarte que brillo acompaña a todo.
Y te siento tan cerca que me fundo.
Y tb a veces, de pronto, frío, abro los ojos, y dejo de ser cronopio.
Vuelvo a la realidad, y no te encuentro.
Me retuerzo y vuelvo a mi sueño,
quiero vivir en él si en tus palabras no hay ficción,
si no falsificamos con ello los días.
 
Si es que al final, todo son ciclos! :-)

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