
En el libro existe un miedo de la gente al contagio, las dificultades organizativas, el inevitable caos de toda la sociedad ante tanta confusión, y que finaliza en un "sálvese el que pueda".
En la sociedad de hoy nos encontramos con acusaciones de unos a otros, ciegos los primeros de no ver en su espejo del pasado la misma imagen, la misma actuación. Y con otros tantos errores los segundos.
El libro pone de manifiesto hasta que punto la privación de un sentido como el de la vista podría destruir las bases en las que se asienta la civilización humana.
Y no esta pasando lo mismo en este país?
No nos encontramos ante una población ciega, que no quiere ver que para dar final a un conflicto hay que dialogar, como se hizo en el pasado y como se terminará haciendo en un futuro esté quién esté en el gobierno?
O es que si lo hago yo esta bien y si lo haces tú esta mal?
O simplemente es tan vago el ciudadano que ha decidido ceder a esa privación de un sentido tan básico como la consciencia?
No se dan cuenta que no pueden usar las manifestaciones y los símbolos a su antojo y siempre como una propaganda política?
Hasta donde va a llegar el juego? No es un derecho universal la vida, vivas donde vivas y tengas las creencias que tengas?
Cuantas muertes más? De cuantas guerras más nos harán partícipes? Cuántas invasiones injustificadas? Cuanta manipulación? Cuantas mentiras más son necesarias?
1 comentario:
Ey Mo!!
Gran libro. Lo leí hace algunos años con la misma precipitación que su estilo impone. Me dejó profundamente consternado, como esos clásicos rollo El Señor de las Moscas o 1984. Tiene esa talla, desde luego.
Sí, eso que dices lo comparto. Y desde la distancia teutona, leer la prensa española tiene otro carácter. veo con más nitidez que desde allá el patético juego infantiloide de las fuerzas políticas, de niños jugando a ser mayores y montando un lamentable espectáculo que pone de relieve una evidente incapacidad de asomarse aunque sea un poco al fenómeno de la conciencia. Autómatas. Y no sólo en ese área. Toma cualquier sentimiento de pertenencia con el que las personas se definen y detrás hallarás a esa misma fuerza manipuladora anuladora de la "vista". Llámale Iglesia, Club de Fútbol o Partido Político. Tantos esclavos buscando su libertad mirando al suelo en sus celdas con muros de... medio metro de altura? patético.
Un abrazo desde Hannover
Publicar un comentario